El fulgor de los campos abrigaba su cuerpo desnudo, un cuerpo desnudo que se despojaba del deseo reprimido, ese deseo de los años en que cirbulaba el amor en su alma...
Un cuerpo desnudo que fisicamente se expresaba, pues sabía que no había promesas, que no había ni siquiera palabras, y que era en vano pedir besos de amor...
Un cuerpo desnudo que entendía que no había nada que interpretar, porque sabía que no había sentido en retrasar lo inevitable...solo era el deseo y lo dejaría pasar...
Un cuerpo desnudo que se limitaba a sentir el ahogo en su cuerpo, expresando sus sensaciones calladas ante la pérdida de su virginidad...Un cuerpo desnudo en medio del atardecer que esta vez...solo se quería despedir...
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