La mañana era fría, no tan fría como para abandonar la rutina matutina: salir del departamento y correr a la orilla del río, transpirando el escozor almacenado durante la noche anterior. Correr hasta sentir que las piernas perdían la fuerza motivante que le incitaba a lo inevitable... detenerse, pero ella prefería caminar lentamente entre la húmeda arena, recordando el bordoneo de su guitarra. El calor podía aturdirla, sin saber a que se debía, ¿era acaso provocado por el trote desesperado? o ¿eran los recuerdos húmedos secuenciales? En realidad no importaba la causante, finalmente había que introducir el cuerpo desnudo al unísono hasta reparar en los rayos del sol penetrándola, como cualquier amante deseoso de poseerla. El tiempo parecía detenerse, y los pensamientos congelarse... eran las sensaciones percibidas...era el acorde en una mañana fría.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
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3 Encierros de otros:
Hermosa estampa... me identifico con ella al 100%!!!
Un besote, preciosa, y el mejor de los años para ti!!!
Necesito con desespero, casi, una mañana fría. Esas de las cuales te sale vapor de la boca. Saludos cordiales.
vaya!!!
esa sensación que has relatado es tan nítida!!!
Feliz 2008 !!!
lo mejor para ti y los tuyos:)
besos!!
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