domingo, 14 de diciembre de 2008

LA MENTIRA

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Uno puede intentar mentir a todas las personas, a tus amigos, a tus padres, a tus compañeros a todos…pero en definitiva no te puedes mentir a ti mismo. ¿Qué es la mentira sino una invención de la humanidad? Aunque digan que mentir se encuentra contra los cánones morales, cierto es que todos hemos mentido alguna vez en nuestra vida. Hemos inventado la mentira noble, para poder defender la Diplomacia de nuestros quehaceres, según nuestro gran filósofo Strauss ; sin embargo no deja de ser una falsedad.

Debo decir, que siempre creí que no caería en esta falacia de “mentira noble”; pero las circunstancias de la vida me han llevado a tomar la decisión de realizarla. Por supuesto toda mentira implica tener la conciencia de ello. Y ahora aplicada a mis cuestiones laborales he tenido que recurrir a ellas. Una especie de culpa puede embargarme de vez en siempre…y en muchas ocasiones me detengo a preguntarme quien realmente me dice la verdad.

Entonces recuerdo a
San Agustín quien distingue ocho tipos de mentiras: las mentiras en la enseñanza religiosa; las mentiras que hacen daño y no ayudan a nadie; las que hacen daño y sí ayudan a alguien; las mentiras que surgen por el mero placer de mentir; las mentiras dichas para complacer a los demás en un discurso; las mentiras que no hacen daño y ayudan a alguien; las mentiras que no hacen daño y pueden salvar la vida de alguien, y las mentiras que no hacen daño y protegen la "pureza" de alguien.

Y todas ellas al final se reducen a la mentira del ser humano…solo en una cosa no he podido mentir: en el sentimiento hacia las personas que amo.
Porque puedes adquirir toda la Diplomacia suficiente para no perder tu trabajo y para conseguir un ascenso; pero creo que mi alma se podriría si recurriera a aquella mentira que destruyes y soslaya el alma.

Y no podría mentir que a pesar de las heridas al descubierto y las lágrimas encontradas, el sentimiento que nos une es insondable, es ecuánime, y me es mucho más substancial en mi vida que una buena copa de vino sobre mi mesa.
En eso…no te podría mentir…mi vida.

3 Encierros de otros:

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Unknown dijo...

Yo creo en la mentira piadosa. Pienso que a veces es la mejor opción incuso moralmente. Tiempo sin venir, amiga mía y lo siento, pues sabes que me encanta lo que escribes y cómo lo haces. Un beso,
V.

psichodelyka dijo...

uhmmm aveces las mentiras
salen por si solas...quizás
para comprender el mundo en el que estamos...
saludos y muy buen post

Pablo Mariosa dijo...

Para muchas ocasiones (principalmente en el ámbito laboral y en encuentros sociales con gente desconocida) es necesario recurrir a la mentira a modo de "filtro", si se quiere. Simplemente porque si tenemos una preocupación y alguien con quien nos cruzamos nos pregunta cómo estamos, sabemos que no podremos quedarnos media hora explicándole qué es lo que nos pasa realmente...

Sin embargo, creo que lo importante es ser sincero ante todo con uno mismo y con nuestros seres queridos.

La mentira innecesaria, la que no se justifica, la que lastima o destruye, pienso que esa es la mentira que hay que evitar a toda costa.

Besos,

Pablo

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Porque todos tenemos encierros en nosotros mismos...con un bello matiz por alcanzar...

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