El advenimiento del amor
Este es el advenimiento de la historia de dos personas, como tú, como yo. Que viven sin vivir, hasta que un día, como éste como ayer, se encuentran con lo que se tienen que encontrar. Cómo tú, como yo, nos hemos encontrado.
Cómo tú, cómo yo, no son personas exorbitantes. Sólo son eso...dos personas que han decidido caminar, a veces tomados la mano, en otras abrazados, en ocasiones a distancia; e incluso en otras ocasiones pretendan correr, y otras tan sólo sentarse...sí, sentarse a observar la puesta del sol.
No tendría caso contar con detalle sus pasados, ya que no es tu pasado quien te define, basta con decir un 'algo' para el inicio de lo que son:
Ella...una paradoja pragmática, joven impulsiva que pretendía vivir caminando por la oscura vereda, sin mirar a su alrededor, sin saber con exactitud hacia donde se dirigía, solo que caminaba para no parar; aunque por su mente constantemente se encontrara la idea de un '¿porque?'...explicaciones absurdas en ocasiones buscaba a la vida, o al menos eso quería creer.
Él...una antinomia semántica, joven que vivía para explorar y explotar. Razones no podía entender, sólo decía vivir; aunque él sabía más bien de sobrevivir. Engaños hacia sí mismo, que lo llevaba al engaño hacia los demás. Engaños sin razón que lo alimentaban en su soledad, o lo que él había creado a su alrededor como soledad.
Ella salía de aquel viejo barrio. Él de una trabajo absurdo.
Ella quería olvidar. Él quería buscar.
Ella quería descubrir. Él quería encontrar.
Se conocieron en un vetusto bar, aquel que siempre visitaban, y que nunca descifraban.
Eran dos deconocidos frente a frente, sonriendo sin causa. No era necesario esa noche la presentación y, sin embargo llegó.
No era necesario porque ese día ellos se encontrarían ante las miradas, para no volver a perderse...pupilas dilatadas se percibieron...energías extrañas se movieron... culminando en una permanencia física en aquel anochecer, sin palpar...y eso bastó.
No era necesario poseerse. No era necesario reencontrarse. No era necesario prometerse.
Ellos sabían de las mentiras. Ellos sabían de los engaños.
Ellos sabían esa noche que habian descubierto ese 'algo'...