
Me encanta el olor del cigarro…me gusta aún más cuando escucho música en la obscuridad. Tal vez se hizo costumbre desde que inicié el camino de la introspección. No es todas las noches, pero en muchos momentos en que tan solo quiero sentir cada una de las partículas que existen a mi alrededor me recuesto, enciendo mi cigarrillo y me atrevo a sentir las vibraciones en mi piel…Majestuoso.Cada que el minúsculo vello en mi cuerpo se estremece al unísono, los recuerdos vienen a mi mente. Y como ya te dije, no los sufro, ni los revivo…solo son recuerdos, bellos recuerdos que tu corazón atesora. Otra de las cosas que me ha llevado tiempo comprender, es la individualidad y la libertad interior que tiene...