EL ADVENIMIENTO DEL AMOR
(IV PARTE)
RECORTES
Su historia se transformaba en pedazos de recortes mal unidos, se hallaban arrugados como los pequeños trozos que aciertas en el preescolar. Pegajosos, malformados, confusos.
Así era su historia, una historia que si bien no quería un fin, el cielo proclamaba su final. Frida no sabía ahora que esperar, porque cuando cerraba sus cansados ojos no podía más que pensar en él y acariciar su jadeante rostro esbozando una linda sonrisa.
No lo quería borrar, quería conservar los diminutos trozos de gises, pues siempre había creído que el reciclar dolores podía tener una utilidad…ese día no se encontraba tan segura. Sus antiguos gises habían manchado sus bellos recortes, y algo había pasado en la habitación que los había despedazado, los había punteado.
Se encerraba nuevamente en su pequeño mundo buscando un lugar oscuro que le pudiera dar una imagen de luz, hace tiempo que había olvidado como se sentía resolver problemas y enfrentar airosa a los demonios que la perseguían.
Miles de ideas venían a su mente…mente dañada que solamente la ayudaba a deformar aún más los sentimientos que de ella surgían, acorralada por sus propias fantasías, en el quimérico mundo alterno que ella había creado…algo la estaba transformando, y dentro de esa transformación estaba dejando caer el vaso que con tanto cuidado había protegido.
Se estaba esfumando y ahora…ahora no sabía como nombrar al nuevo demonio que la visitaba; se suponía que nunca regresarían de ese alto muro que había construido, se suponía que habían muerto todos y cada uno en la última batalla entre lavativas, pastillas y doctore en aquel quirófano que le había robado el aliento para verla revivir , junto con la enorme promesa que hoy la atormentaba.
Lágrimas negras brotaban de su alma…solo una cosa podía sobresalir en la deidad: lo amaba y no quería perderlo…y eso significaba enfrentar el mundo real…Iván.