
El día que me muera viviré en el corazón de Tuxtepec, tierra cálida que me vio nacer…a la fecha creo que no hay raíces más profundas que las que tengo ahí: lágrimas derramadas sobre el inmenso río, pero sobre todo sonrisas arrancadas de mi corazón. Aún espero poder compartir este mágico lugar de mi infancia. Muchas personas me creen envidiosa y superficial; sin embargo sé que el hombre que me ame podrá desnudar mi corazón, sé que cuando eso suceda me acompañará en esa travesía de colores verdes y radiantes…al menos eso es lo que sueño…entiendo que es solo un sueño, sueño que mantengo al tocar mi ventana y descubrirme sola.Me habían comentado de esta eterna compañera, y ahora que nítidamente...