
Mujer azulAhí se encontraba ella… nuevamente en medio de la nada, dentro de ese inmenso cuarto azul. Ahí estaba ella, destrozada con las palmas abiertas, dejando que la vida se escapara hacia un lugar mejor. ¿Qué más se podía esperar? Solamente había sido otra noche más, entre sus penas y amarguras, los lamentos de los muertos se encontraban junto a su ser. Las memorias recortadas y mal elaboradas habían reaparecido y los fantasmas cobraban figura. ¿Qué más se podía pedir? Otro grito desgarrador se escuchaba haciendo eco, como en las ruinas del viejo Montealbán. Ahí estaba ella nuevamente en la granja, esperando su muerte como hacía años atrás. ¿Qué más se podía decir? Era la vieja loca de...